sábado, 19 de junio de 2010

Entre 4

¿Qué hace un malayo, una china, un canadiense y una peruana frente a un festín de comida árabe? Probablemente comer y conversar un rato. Aunque sé que Theo se quejará en secreto sobre lo desastrosa que es, que está y terminará la velada. Debo de admitir que yo sí la disfruté. No por el hummus o por los vegetales rellenos de carne y arroz. Sino porque ésta vez, nos acompañaba un nuevo personaje. Un canadiense que tiene base cuatro, al igual que Theo pero que a diferencia de él, es educado, habla nueve idiomas y por si no fuera poco, es dueño de buques. No recuerdo su nombre con precisión, pero lo llamaré Mr. Fish.

Mr.Fish, pagó la cena. A pesar de ser un hombre de negocios, es muy gracioso y atento. Nunca lo he visto ofuscarse en una reunión con esos mal nacidos que sólo comen con las manos y eructan después de tragar-definitivamente desagradable y asqueroso.No tengo nada contra los eructos, porque yo también suelo hacerlo, en privado, claro está. Sino que por si no fuera poco, no cierran bien la boca al masticar, dejando aquella ventana abierta. Y, observar sus dientes cubiertos por una manta casi bruna y apestosa, producto del cigarro, le quita el hambre a cualquiera.
¿Cuántos gérmenes albergará la boca del malayo?, pensaba.

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